Muchos son los llamados…

Pero solo unos pocos, los elegidos. No, no tiene que ver con la noticia que he preguntado en twitter si hago oficial :P, pero es que siempre me encantó esa frase que dice el guardián de la puerta de Atmosfear. A ver si mis miquitos se animan a crecer y con el terror, que tengo ganas de ello.

Bueno, debo reconocer que estas dos últimas semanas han sido mentalmente agotadoras para mí, apenas he descansado, he tenido muchas cosas en las que pensar, muchos catarros (hoy tengo migraña, jate tú)… pero han sido unas de las mejores semanas que recuerdo en muuucho tiempo, (relatos apalabrados, concursos con buena clasificación…). Literariamente, he tenido unas semanas muy productivas y de algunas cosa son puedo hablar, por ahora. Dadme tiempo, en cuanto sea posible, ahí me tendréis :P.

Y es por eso que os voy a hablar de Acuarelas de Brasil.

Muchos han notado que he dejado de lado Atrapa la mañana, esto también está relacionado con Acuarelas y muchas otras cosas. Tal vez la primera noticia que debo dar, es que voy a dejar de subir ese proyecto a los foros… lo sé, sé que hay muchos enganchados, pero me la pedís y demás, que eso no es malo ^_^.

Bueno, volvamos con Acuarelas de Brasil. Es el libro del que menos suelo hablar de los míos, incluso nunca ha estado por foros y demás. ¿Por qué? No sabría deciros, tal vez porque en cuanto acabé de corregirlo, la gente me animó tanto a moverlo, que preferí comenzar así y dejarme de foros.

Acuarelas de Brasil es… no sé, Acuarelas, no sabría cómo definirlo con exactitud. La idea salió de mezclar la observación intensa de una pared en mi casa (las de gotelé, inspiran mucho) y escuchar esta canción. Siempre me encantó esta canción y el video, la vi una vez de pequeña y hasta que no existió google y youtube, no pude volver a saber de ella. Mejor dicho, cuando vi Brazil (del grandísimo director Terry Gilliam) no recordé esa canción. Si os fijáis, lo del juego del pincel es casi hipnótico, el que nos vayan presentando así una visión de los 40-50 de Brasil me encandiló. Estoy segura de que, alguna vez, pensé que Brasil era como Disneylandia, pero de verdad.

Y ahí comenzó el surgir de varias escenas e ideas que enlacé para Acuarelas: un psiquiátrico (mi segunda visita oficial a estos terrenos), muchos enfermos y las ansias de todos a enfrentarse a sus problemas y seguir adelante. El porqué del título y demás, habrá que leerse en un futuro el libro para ello :P.

Sí, en un futuro. Crucemos los dedos, porque he avanzado un poco más en mi carrera literaria… por un lado que no esperaba, la verdad. Sabéis que he probado en millones de lugares de todo tipo, me han intentado sacar la pasta vilmente en cuanto han podido… y hace unas semanas, justo el mismo día que me enteré de que me voy de Erasmus a Alemania (qué día ese…), una agencia literaria me llamó: Acuarelas (y con suerte algún otro libro más) tiene desde este domingo alguien que quiere moverlo.

Si os lo preguntáis: sí, estoy muy contenta, pero todavía no está todo dicho. Esto es solo un paso, actualmente estoy ampliando la novela y tendré que corregir algunas indicaciones que me han dado. Es decir, debo pulirla y mejorarla. Así que, cruzad los dedos por mí, tal vez en un año o dos haya más de mis canijos (o no tan canijos) pululando por las librerías.

Y ahora, me retiro, que una debe seguir trabajando :P.