martes, 30 de marzo de 2010

Pequeño sueño

Mi actitud con respecto a las editoriales y al mundo literario ha pasado de ser relativamente optimista, a pesimista “pero por mis cojones que sigo”. Es decir, tiro para adelante con todo como sea y por cabezonería, por pura cabezonería y verme algún día, aunque sea con 70 años (ey, hasta que llegue esa edad a saber si no habrá más crisis y acaba trabajando de contable hasta los 80 :P) en mi casita de soltera, llena de miles de colores y posters, mientras tecleo en la pantalla (bueno, para los 70 si tengo artritis me daré el lujo de contratar a un tío bueno que transcriba lo que diga ^_^). Bueno, encontré este relato que demuestra hasta cierto punto mi cambio de actitud… me extraña que el cambio haya sido de dos años para acá (luego recuerdo estos dos años y digo “ah… claro… todo explicado”). Sé que algún día publicaré, que si me meto en el mundillo sabré mantenerme aunque solo sea por mi innata cabezonería… vamos, que es un “por mis cojones esto sale”, os lo creáis o no, esa actitud me ha ayudado en muchos momentos de la vida :P (¿Para qué racionalizar o sensibilizar todo si puedes darte de cabezazos y ver como se rompe la pared?). Debo lecturas a tutiplén, reseñas otras tantas y encima, aún no me he puesto a escribir el relato que quería para hoy (pero me pondré, los dedos están nerviosos y los noto). Así que nada, caerá el relato de Morgan Faith, tengo aún pendientes el del bosque, el fantasma japonés y una versión del fantasma de la ópera para el (Per)versiones. Amen de decidir que hago ya con Sakuyakai… estoy por ver si es de zombis y en vez del avalan lo mando a la antología de zombis de Dolmen (no, no sé que son, son unos híbridos raros entre zombis y vampiros y “Laura no debe tomar tantas pastillas de nada” XD). En fin, que disfrutéis del relato ^_^.

Te quiero contar un cuento. No te preocupes, no es uno que me haya inventado sin ti, es sólo nuestra historia.

Nadie sabe o quiere recordar, que existe un mercado al borde de los sueños y la realidad, al cual únicamente se puede acceder cuando estás con un pie en cada mundo. Hace mucho tiempo estaba paseando por ese lugar, mirando todo aquello que se vendía sin atreverme a comprar nada, ya que los precios eran demasiado altos para mí y cualquiera. Los había que vendían amor verdadero a cambio de tus recuerdos felices; también cambiaban el color de tu risa por éxito en el mundo; los que por los olores agradables te entregaban un aprobado en matemáticas y mil cosas más.

Fue entonces cuando me fijé en ti. Al principio, parecías una masilla de colores extraña… y cuando vi que tu precio eran todos los sueños, creí perder por completo el interés. Caminé unos pasos y al instante, un nombre retumbó en mi cabeza. Me giré encontrándome con una persona que debía responder a la palabra que tenía en mente. Sonreíste y al instante, no sé por qué, empezaste a cantar… tal vez supiste antes que yo como llegar a encandilarme.

En ese momento, sólo respondí a tu gesto y seguí caminando hasta el mundo onírico. Pero lo que yo no sabía, es que tú ya me habáis escogido.

No sentí nada de esto hasta pasados los años, pensé que cada sueño que iba teniendo iba desapareciendo como le pasaban a todos los niños. Hasta el último, que permaneció durante mucho tiempo… aunque lo único que hacías era darme un respiro antes de llevártelo como los demás; lo que hacías eras aparecer y desaparecer cuando menos me lo esperaba, como si desearas que me acordase de ti y al instante, te olvidara hasta que fuera un mejor momento. Algo que ocurrió de golpe, dejándome desnuda frente a una extraña realidad que no había pedido.

Fui al mercado y te dije mil cosas, te rogué, te maldije, incluso creo que te insulté, mas tu sólo me sonreías, cambiando de forma a cada instante y susurrándome historias para distraerme.

Después de todo este tiempo he de reconocerlo: has ganado. Ya no sé vivir sin ti y ahora me siento perdida sin sentir tu brazo agarrándote a mí y murmurándome tus locuras. Te da igual el momento y el lugar, sólo deseas que cuente tus historias y yo ya no sé que hacer para librarme de ti. Ya no puedo siquiera pasear por ese antiguo mercado para quitarte de encima, debes de haber cambiado el camino o haberme hecho perder el rumbo.

Desearía que fueras algo más racional y mundano, algo que no me haga crear castillos en el aire que se pueden desmoronar en poco tiempo.

Pero ya no soy la misma, ya no soy esa niña de ciencias… o tal vez sí, lo único que ahora tengo el corazón lleno de historias que deseo contar. Eres mis alas, aunque a veces siento que te impulsas demasiado alto como Ícaro y temo que te acabes derritiendo… o que vayamos muy bajo, nos perdamos… o en definitiva, que el mar de la realidad nos acabe tragando y no seamos nada más que un poco de niebla que desaparece a un golpe de viento.

Aún así, quiero que me sigas impulsando hasta que lleguemos agotadas hasta tierra firme. Y si nunca llegamos, al menos lo habremos intentado.

2 comentarios:

  1. Xa!! estoy segura de que lograras tu sueño, lo sé porque estoy leyendo Wondrous y lo digo en serio es mejor que muchas novelas publicadas. Lo que te pasa es que cuando eres diferente a lo demas cuesta encontrar tu sitio nada de rendirse va? aunque estoy segura que no lo haras. ^^

    ResponderEliminar
  2. Te falta nombrar los cientos de gatos que te harán ser la loca de los gatos del barrio. Todo barrio necesita una. Y si es escritora, mejor que mejor.

    Pasan los años pero tus relatos quedan, muchos ánimos, al final lo conseguirás.

    Un besote,
    Héctor

    ResponderEliminar