jueves, 1 de agosto de 2013

Je ne regrette rien

Y aquí tenemos el tercer experimento del taller literario, que esta vez combiné la imagen y la canción. ¿El problema? Seguiré sin poder corregir mucho, dado que ahora me toca ponerme con trabajo acumulado tras estar con "el Reino Eterno" (tres relatos como poco y una nueva ampliación de novela). No, si lo que es descansar, este no va a ser ese verano :P 

Edith observó al grupito de niñas que había entrado en el lujoso apartamento con cansancio. Ellas, en cambio, se giraron a la mujer ya madura y le dedicaron una mirada de seguridad y maliciosa.
—Ella es Edith, es la más antigua amiga de Derek y una dulce abuelita para todos —la presentó Shanon a las otras muchachas, que no dudaron en endurecer sus expresiones—. Derek la mantiene porque la adora como la madre que nunca tuvo.
La mujer alzó las cejas y se acercó a la ventana del loft. Se apoyó con suavidad y no pudo evitar mirar las arruguitas de su rostro. Se sonrió, realmente no le disgustaban, pero cada vez eran más y no por la edad, Derek se había asegurado de que no tuviera que sufrir las inclemencias del tiempo. Sin embargo… se sentía tan cansada de fingir y dar apariencia de ser una amante más, que le agotaba.
La habitación rugió de emoción al ver al anfitrión entrar tan joven y hermoso como siempre. Comenzaron los cuchicheos sobre sí era solo un mago o un perverso demonio, mientras las jovencitas se lanzaban por él como lobas en celo. No era para menos: el pelo y los ojos oscuros, así como la piel tostada, daban una sensación de misterio, que se acrecentaba con los rasgos varoniles y el cuerpo escultural. Y cuando sonreía de verdad y no con esa falsa mueca, el mundo se volvía brillante para Edith. Miró su zumo de naranja e ignoró que esa copia de su marido comenzara a manosear a las muchachas.
—¿No preferiría algo más fuerte, dama Edith? —preguntó n jovencito de rostro angelical a su lado—. Algo que le haga disfrutar de la fiesta como es debido.
Al ver su sonrisa, supo que era la identidad que había adoptado Derek para estar con ella como realmente deseaba. En el mundo oscuro y mágico de nueva York, todos necesitaban aparentar y seguir con sus juegos.
—No me apetece disfrutar de la fiesta, sinceramente —.reconoció enfadada. No había tenido tiempo a hablar con Derek como realmente deseaba—. Creo que no estoy de humor tampoco para jueguecitos.
—Qué curioso, siempre había escuchado que estabas con ganas de pasártelo bien —prosiguió su marido, tratando de continuar el juego, mientras que con sus ojos preguntaba qué ocurría.
--Edith, querida —saludó Morgana, una de las habituales y de las pocas que podía considerar una amiga—. Preciosa, ¿qué haces que no has dejado ya al botarate de Derek y te vienes conmigo? Si fueras mi seguidora, jamás dejaría que cualquier niño se te acercarse.
Siempre se le insinuaba, pero al ver su expresión preocupada, miró a su marido fingiendo ser otra persona y aquel antro de falsedad. Nadie se preocupaba abiertamente por los otros, jamás se mostraba lo que había tras las máscaras y se fingía un desenfreno y amoralidad que solo era verdad en los humanos. Morgana fingía ser una vampiresa sin escrúpulos y que solo vivía llevada por el éxtasis del sexo mezclado con la sangre de muchachas jovencitas, cuando ella llevaba siglos con la misma pareja y prefería ver las reposiciones de “Falcon Crest”, en vez de presentarse en esas estúpidas fiestas; Derek era fanático de los museos y de la buena lectura… y si seguía señalando a aquellos a los que había llegado a conocer y apreciar en sus casi cien años de existencia, tendría una fachada decadente en contra de la persona que se escondía tras ella. Los más cercanos sabían la verdad tras las mentiras, siendo capaces de cubrirse unos a otros, pero siempre sin que se notase.
—Esto es una casa de locos —se quejó ella a punto de echarse a llorar. No debía quebrar la máscara o alguna de las niñas lo usaría en su contra.
—Edith, me preocupas, si lo deseas… —comentó Morgana, acercándose a ella y fingiendo que trataba de seducirla—. ¿Qué te ocurre? Sabes que Derek debe hacer estos actos o sus enemigos.
—Pues que se quede con sus enemigos, yo ya no puedo más —se quejó ella zafándose tanto de su falso ligue como de la vampiresa.
Se encerró en su cuarto y se echó a llorar como una niña, acariciando su vientre. Le era prácticamente imposible decirle a su marido que estaba embarazada, que aunque sabían que ella era estéril, se había producido el milagro. No podía porque la acabarían atacando y matando, porque usarían a su criatura para llegar al padre y ella ya no podía fingir más. Porque esos juegos eran divertidos durante un tiempo, ahora solo causaban tanto dolor como para sentir su corazón quebrarse irremediablemente un poco más. A veces era tal su sufrimiento, que a cada latido se expandía, cortando sus venas y arterias por dentro.
Se metió en la ducha, deseando no volver a salir en años, mientras las paredes retumbaban delicadamente por la música estruendosa. Acariciándose el vientre y preguntándose qué hacer, llegando siempre a la misma solución: o abortaba y seguía con aquella farsa o tendría que abandonar a Derek de una vez.
Volvió a su cuarto y encima de la cama se encontró una manzana de oro. Deseó salir fuera y tirársela a Derek a la cabeza, pero era incapaz de no enternecerse con ese gesto. Edith le vendió su alma a su marido para librarse de su primer esposo: un cabrón que no dudaba en golpearla todas las noches, provocando más de un aborto y dejándola estéril. En aquellos tiempos, solía usar esas piezas de fruta para comunicarse con sus clientes. Siete deseos por su alma y un mordisco a la manzana para conseguirlos. Casi era capaz de recordar lo mucho que le costó acabársela deseando descubrir si él podía quererla más allá del contrato. Dijo que lo rompería si accedía a pasar la eternidad a su lado.
No pudo evitar morderla, de la misma forma que tampoco pudo evitar ahogarse y caer al suelo inconsciente.

***

Derek decidió no cambiar de aspecto mientras Morgana le daba una charla sobre cómo cuidar a sus amantes mortales:
—Sabes que este estilo de vida es agotador para ellos. Necesitan mucha seguridad —recitaba lo que ambos se sabían muy bien de memoria.
Lo cierto era que tenía que darle la razón a su mujer: aquello era una maldita casa llena de locos. Seres mortales que trataban de arañar unos instantes de poder vendiendo sus míseras almas. Cerró los ojos, se aisló del mundo y recordó cuando conoció a Edith. Un club clandestino de los años veinte donde ella cantaba con una voz rota y amarga, pero tan maravillosa y llena de posibilidades… capaz de mostrar un alma mucho más hermosa de lo que recordaba haber visto nunca. Ese mamón golpeándola, pero ella apareciendo cada noche ante su público y el humo de los cigarrillos con los restos de su corazón amontonados de tal forma, que pareciera que seguían de una pieza.
Aceptó no tener descendencia por estar a su lado, que su vida cambiara, pero no que pudieran ver que ella era demasiado importante. A veces deseaba quemar la casa, fingir su muerte y desaparecer para siempre.

Morgana se había marchado a hablar con Edith, pero cuando escuchó su gritó, se levantó llegando al mismo tiempo que aquella estúpida copia que había creado. El mundo se detuvo cuando vio a su mujer en el suelo, protegiéndose el vientre con las manos… muerta. Dentro podía escuchar un alma debatiéndose por existir, aguantando aunque el cuerpo de su madre solo fuera una tumba de carne. Era aquella pequeña criatura por lo que ella estaba así, por quien ya no podía seguir fingiendo.
Escuchó a un grupo de niñas riéndose con crueldad, diciendo que era mejor eliminar las molestias y no pensó. No recordaba que estaba con su disfraz, dispuesto a seducir  a Edith. Pero sonrió cuando les arrancó la juventud de su cuerpo, introduciendo su alma y robándoles la vida. Cuando ante él quedó un grupo de cinco ancianas y alrededor, un montón de extraños que huyeron despavoridos al ver la verdadera naturaleza de su parte demoníaca. En cambio, Morgana permaneció, preguntándole qué iba a hacer:
—Lo que debí hacer años atrás —dijo soltando la esencia de aquellas brujas encima de su mujer, escuchando como la vida volvía a su maltrecho cuerpo—. Quemar mi vida.

***

Morgana Kraus huyó de la casa de su amigo Derek Hoffman años atrás, cuando este se dejó llevar por el dolor de la pérdida de su mascota favorita. El edificio fue completamente consumido y del demonio nunca más se supo. Todos pensaros que había muerto.
Diez años y seguía preparándose para las mismas fiestas, mientras Clara Kraus se preparaba la cena y canturreaba algo que solo ella entendía. Se miró al espejo, deslumbrada ante su preciosa imagen, pero no fue nada al ver a su mujer, con un rostro envejecido, pero feliz, entrando para darle un paquete.
—Ha llegado hoy, no tiene remitente —le comentó con una sonrisa—. ¿Seguro que no quieres que te saque una bolsa de A positivo?
Clara se fue sin esperar respuesta, mientras, Morgana abrió el paquete y miró las fotos que había en ella: una pareja sonriendo sosteniendo a una niña pequeña y preciosa, que no dejaba de iluminar con su gesto a la cámara. En las fotografías se podía ver cómo crecía, convirtiéndose de un bebé precioso a  una niña feliz completamente parecida a su madre antes de que Derek le cambiara la cara. Porque solo con mirar a los ojos de esas personas, supo que la historia había tenido un final mucho mejor de lo que había esperado.

La vampiresa se miró al espejo: su imagen, antes hermosa, ahora era vacía y borrosa. Volvió a mirar las fotografías y supo que tenía que hacer su vida arder. Ya renacerían en otro lugar y volverían a ser felices lejos de la falsedad del mundo mágico.

16 comentarios:

  1. Me gusta como escribes pero tía tus relatos tienden a ser muy largos y en este caso me he perdido. La historia me lía, no le he conseguido coger el punto que me lleve a la adicción.

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    1. ¿Tres páginas es largo? Si es así, poco más puedo hacer para engancharte ^_^. Pues nada, muchas gracias por tus palabras y ya nos leemos en otra ocasión. Xa-LFDM

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  2. LOOOOOOOOOOL. Tiene un aire "Cazadores de Sombras" que me ha encantado *o*.
    Me gusta como describes, consigues que me lo imagine y me meta de lleno. ¡Este relato es prueba de ello! Me ha encantado. ÑA.

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    1. Se me ocurrió con al escena con el Magnus Bane, que realmente no es tan Magnus ni tan bane XD (y pensé en hacer porno escena, pero al final me dije que naaaa, así ya iba). Pues nada, me alegro de que te gustase :P y ya nos leemos en otro relato ^_^ (o no, que me temo que cada vez ando más justa de tiempo XD). Xa-LFDM

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  3. Me gusta el aire gótico y "gore", aunque sí le sigue haciendo falta edición, sobre todo en estructura de párrafos, que creo que es lo que hace que se pierda un poco, especialmente en el clímax. Espero que pronto tengas algo de tiempo para pulir un poco tus relatos, porque se ve que te has tomado la molestia de empaparte del saber hacer. Saludos.

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    1. Pues me temo que por ahora imposible (editar), si ya me estoy planteando el dejar el taller porque tengo 3 antologías obligadas y corregir dos novelas :s. ¿Gore? ¿En serio te parece gore? tengo relatos más gores :P. Muchas gracias por tus palabras y nos leemos ^_^. Xa-LFDM

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    2. Un poco de gore, se ve que es parte de tu "toque". No deberías dejarlo, creo que algun@s deberían probar los microrrelatos, porque veo que a varios nos está costando trabajo ceñirnos a reducir texto. Nos seguimos leyendo.

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    3. Tengo micros, pero solo se me han ocurrido ideas largas (o medias, no veo tan largo este relato :P); y asesinar y ser cruel con los personajes no es gore!!! Es... la vida misma ):D. Pero no sé, como no ponían límite ni nada, pues yo me pongo con esas ideas a todo trapo :P. Nos leemos, neckri ^_^. XA-LFDM

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  4. Me he perdido un poco en algunas partes (luego me he centrado más) me ha gustado bastante la ambientación que creas.
    Saluds^^

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    1. ME alegro de que te gustase la ambientación :P, revisaré todo, para mejorarlo :P. Venga, besis y gracias ^_^. Xa-LFDM

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  5. Me gusta mucho el relato!! Hubo una parte en la que me confundí un poco pero en general me gusto mucho!! Tiene un aireson un poco oscuro y eso me gusto :D

    Saludos!!!

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    1. Hola galletira ^_^, me alegra que te haya gustado :P, a ver si cuando lo corrija lo hago más entedible ^_^. Muchas gracias por tus palabras ^_^. Xa-LFDM

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  6. Quitando unos errorcillos cono una n suelta en los primeros párrafos, el relato está genial.

    Una historia con ese aire oscuro tan de tu estilo, teñido de ese punto de vista tan humano como representas en el personaje de Derek. Los humanos sobrevaloramos la inmortalidad, y los vampiros también jejeje.

    Me ha gustado mucho leerlo y esta vez no me quedo con más curiosidad porque has sabido como darle principio, trama y fin a una historia en un simple relato (¿cuándo aprenderé yo a hacer eso...? bufff) Si se puliese un pelín más la estructura, tal vez añadiendo unos nexos entre las partes un poco más descriptivos o desarrollando un algo más la historia de Edtih, no sería de 10 sino de 11.

    Pero bueno, considerando que era una hora de trabajo no puedo hacer más que quitarme el sombrero. Reconozco que también has elegido a mis seres sobrenaturales favoritos (mmmm... sangre) y que esta historia forma parte de mi punto débil jejeje.

    Besos :)

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    1. Ahora te digo que yo siempre he sido de hombres lobo y no me gustan los vampiros y te caes de culo XD (es que me gsutan que estén vivos y son animales, seguro que son salvajes y esas cosas!!!unomuchosunos!!!111). La historia de edith prefería dejarla muy de pasada, porque lo importante era la historia con Derek y el hecho de su intento de asesinato. Nada, me alegro de que te gustase, me tengo que poner ya con el siguiente, que voy a tener poco tiempo XD (pero tengo que corregir... y sigo sin hacerlo, shame on meee). Muchos besotes y gracias ^_^. Xa-LFDM

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  7. ¡Y por fin llego al tuyo! Me gusta ese ambiente tan decadente así me imagino yo esa clase de reuniones ^^

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    1. Porque mi blgo es más de todos los públicos, sino, más chicha!! XD. Nada, me alegro de que te haya gustando el ambiente decadentoso :P, ya nos seguiremos leyendo ^_^. Besitossss. Xa-LFDM

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