viernes, 23 de diciembre de 2011

Una forma de felicitaros

He pensado, ya que el año está punto de acabar, que debía hacer balance. El problema es que es la primera vez que pienso que el año no ha acabado, aún quedan 8 días por vivir a saber qué va a pasar.

Un año, lo pienso y me da un vértigo espantoso. Mi vida no es que haya dado un giró de 180 grados, ¡es que se ha salido de las órbitas establecidas! He encontrado una vocación off-literatura (más o menos, que me llama cantidad lo de tirarme a animación en bibliotecas y demás :P). El módulo no es que vaya bien, ¡va genial! En marzo estaré volando a Alemania en mi FCT (y sí, ya tengo pensado mi trabajo de fin de módulo y a las profesoras les ha encantado), la media me ah renqueado este trimestre, pero la recuperaré y volveré a tener buena media, ¿para qué? Pues porque sé que quiero volver a la universidad y por donde ^_^.

Literariamente de pronto este año ha sido en el que todos han decidido ajuntarme: en un año he conseguido colaborar en tres revistas de forma permanente (bueno, en ultratumba es acoso determinado, pero culpa de Javier, que encima nos hemos hecho amiguitos), menciones, quedar finalista, antologías, algún primer premio… y una editorial, una agencia literaria y azul. Azul pronto estará por aquí incordiando ^_^.

He conocido muchas personas nuevas, he hecho nuevos amigos y las anécdotas se suceden. La vida con mis amigos de siempre se ha ampliado, nos hemos unido más y hemos vivido grandes momentos y otros no tan alegres.

Sí, mi familia a veces es un incordio, pero ¿para qué son las familias si no es para eso? Les quiero, con nuestros más y nuestros menos. Tal vez lo único que realmente deseo, es tener más tiempo con mi madre, momentos especiales. Hemos compartido mucho, pero creo que nos faltan más momentos buenos… algo haré para solucionarlo ^_^.

Ahora he echado a volar, seguramente caeré en algún momento, pero si hay algo que he aprendido, es que volveré a alzarme. Ni las peores experiencias de mi vida han acabado conmigo, solo me han hecho tragar algo de tierra y volverlo a intentar. Como siempre me recordaban ciertas personas, cuando estás en el borde de un precipicio tienes varias opciones: caer y matarte contra el suelo, despertar del sueño… o confiar en que podrás echar a volar. Sí, es de Sandman, creo que siempre llevaré esa frase conmigo de las veces que me la han repetido. La he acabado haciendo mía, pero como todas las grandes frases, se puede compartir.



Sé que muchos de los nuevos amigos ahora les cuesta verlo así, pero mis pocos años de vida me han enseñado mucho y es a saber que bueno o malo, todo pasa. Volverá la tranquilidad y habrá tiempo para que se pase la borrachera o lamer las heridas. Mientras, solo hay que confiar en que siempre habrá alguien que te tienda una mano y quiera caminar contigo en un camino que ni tú mismo sabes a donde lleva.

Así que, feliz navidad, fiestas religiosas o no religiosas de cualquier índole. O, simplemente, pasad unos días geniales porque os lo merecéis, aunque no lo veáis tna claro. Confiad en mí.

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